VAMPIROS

—Jefe Gost, ha entrado un humano en nuestro recinto y se ha herido al saltar la verja –dijo Gorki entrando en la cueva y dirigiéndose al jefe de la comunidad de vampiros, quién se encontraba descansando en su ataúd.
—¡Caramba, esto nos crea un problema! —dijo el jefe, incorporándose con rapidez— Tendremos que avisar al servicio de ambulancias sin perder tiempo. ¿Quién lo sabe?
— Solamente Yuri y yo —contestó Gorki. Y añadió bajando los ojos:—Yuri ha probado la sangre del humano... pero dice que no le gusta.
—¡Maldita sea! Menos mal que no le ha agradado el sabor —exclamó Gost, rezongando mientras separaba a un lado la tapa de su ataúd—Debe ser por la falta de costumbre.
—Eso debe ser, me dijo que la sangre le había parecido demasiado dulzona y muy fuerte. Yo tuve la tentación de probarla también, pero no me atreví —dijo Gorki, exhalando un ligero suspiro.
—Bien, ve con el herido. No te separes de él ni un instante y no dejes que nadie se le acerque hasta que llegue la ambulancia. Yo voy a llamar ahora mismo al servicio de urgencias.

Una hora más tarde...
—¿Cómo se encuentra el herido?
Quién hacía la pregunta al médico de guardia era un interno del hospital.
—Se encuentra bien —respondió el médico— Se desgarró el brazo al intentar saltar la verja de alambre del recinto de los vampiros, en el zoo de mutantes. Afortunadamente, tenemos acostumbrados a los vampiros a una alimentación de varios componentes alimenticios que incluye sangre de vaca, y que una vez triturados todos los componentes, parecen sangre humana. Les alimenta y les gusta. Gracias a ello, y a su desconocimiento de la sangre humana, les pareció extraña la sangre de Roberto, quién me dijo que un vampiro le había chupado en el brazo pero que en seguida se retiró, asqueado, y dejó de sorberle. No obstante, tendré que hablar con el Consejo para recomendar una mayor vigilancia, no sea que vuelva a ocurrir algo parecido y los vampiros se den cuenta de la realidad. Forman una gran comunidad, y aunque están recluidos, podrían llegar a ser muy peligrosos si se escaparan, deseosos de nuestra sangre. ¡No comprendo cómo permitieron que la ciencia crease esos monstruos, que se reproducen como conejos y son más astutos que nosotros mismos! Doy gracias a Dios de que el jefe Gost sean tan sensato....
—Bueno... —dijo el interno— se rumorea que Gost es humano, y que voluntariamente se quedó en el recinto con los vampiros para estudiarlos, ya que fue él quién los creó... Pobre Gost, si lo descubren....
—Si lo que dices es cierto, pobre Gost, sí, pero ¡pobre de la humanidad! porque si lo descubren lo atacarán y se lo comerán, y es cuando se darán cuenta de lo que en verdad supone para ellos la sangre del hombre, ya que es lo único que les puede proporcionar la vida eterna. Si llegan a digerir su sangre, eso les revitalizará, y entonces...