martes, 2 de febrero de 2010
UN RELATO DE 1.000 PALABRAS PARA CONCURSAR
Ya había terminado el relato para el concurso. Sin embargo, al revisarlo advirtió que tenía solamente 999 palabras. ¡Le faltaba una, le faltaba la palabra número mil!. Se estrujó el cerebro y releyó todo una y otra vez, pero no se sintió capaz de poder cambiar nada de lo escrito. Lo había construido de tal manera, que una sola palabra de más cambiaría todo el sentido de lo relatado. Cuando advirtió la solución, y se dio cuenta de que la palabra clave estaba a su alcance sin tener que cambiar absolutamente nada, fue inmensamente feliz. Entonces, con gran satisfacción escribió esa palabra: FIN
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